¿Qué es logotipo y qué es isotipo en el mundo real?

En un artículo reciente explicaba el significado de logotipo, isotipo e isologo según sus definiciones teóricas más precisas. Ahora bien, si hay algo que he podido comprobar con mi experiencia tratando con clientes es que estos términos crean confusión. Lo cierto es que la jerga coloquial que se usa en el mundo real para hablar de logotipos suele ser bien distinta.

Así que mi consejo es utilizar un vocabulario bastante más sencillo a la hora de hablar con los clientes acerca del diseño de su imagen corporativa. La siguiente terminología es menos precisa, pero en la práctica, resulta menos ambigua.

En primer lugar, los clientes habitualmente hacen referencia al isologo completo llamándolo simplemente logotipo. Es típico que cuando desean definir su imagen de empresa, su primera petición es "necesito que me diseñe un logo", sin que por ello deseen un diseño basado sólo en texto.

Puesto que para la mayoría de la gente no está claro que logotipo en sentido estricto se refiere sólo al texto, la mejor forma para hacer referencia a todo el texto que aparezca en el diseño es llamarlo simplemente texto o incluso representación del nombre de su empresa. Resulta poco técnico, pero es muy práctico y fácil de entender: hace referencia directa a la necesidad de la mayoría de clientes de poder dar a conocer el nombre de su empresa con sólo mirar el diseño.

Por último, la mejor forma de preguntar a un cliente si desea incluir un isotipo en el diseño es hablándole de incluir elementos gráficos, un símbolo o incluso un icono: todos ellos son términos sencillos con los que estará perfectamente familiarizado.

En resumen, en la práctica conviene hablar de los 3 elementos clave del diseño de esta manera:

• Logotipo para hacer referencia a todo el distintivo de la empresa (texto más imagen).


• Texto o representación del nombre de la empresa para hacer referencia a las palabras que se incluyan.


• Elementos gráficos o símbolos para referirse a las imágenes o iconos incluidos en el diseño.

Quizás no sea la terminología más precisa, pero, en el mundo real, es la más extendida, sencilla de entender y menos ambigua. La clave es no confundir a un cliente: resolver su problema de comunicación, sin tener por qué preocuparse de qué es logotipo y qué es isotipo en un sentido estricto.